Una cámara instantánea es un tipo de cámara que permite tomar una fotografía y obtener una copia impresa de la misma en cuestión de segundos. Este tipo de cámara se popularizó en la década de 1970 gracias a la marca Polaroid, y aunque hoy en día existen otras marcas que ofrecen cámaras instantáneas, el funcionamiento básico sigue siendo el mismo.
En una cámara instantánea, el proceso de captura y revelado de la imagen se realiza en un solo paso. Cuando se presiona el botón de disparo, la cámara toma la fotografía y la imprime en una hoja de papel fotográfico especial. Este papel contiene varias capas, cada una con una función específica en el proceso de revelado.
La primera capa es la capa de emulsión, que contiene los químicos sensibles a la luz que se activan cuando se expone la fotografía. La segunda capa es la capa de revelado, que contiene los químicos que hacen que la imagen se vuelva visible. La tercera capa es la capa de protección, que protege la imagen de la luz y la humedad.
Cuando se toma la fotografía, la luz entra a través del objetivo de la cámara y llega a la capa de emulsión del papel fotográfico. Los químicos sensibles a la luz se activan y comienzan a reaccionar, creando una imagen latente en la capa de emulsión. A continuación, la hoja de papel se mueve a través de la cámara y llega a la capa de revelado.
El proceso de revelado en una cámara instantánea es muy rápido y eficiente, lo que permite obtener una copia impresa de la fotografía en cuestión de segundos. Además, el hecho de poder ver la imagen de inmediato permite corregir errores y volver a tomar la fotografía si es necesario.