Algunas funciones comunes de las estufas de pellets

Transferencia y almacenamiento de calor

Al igual que ocurre con el uso de otros combustibles, la combustión de la energía en la caldera calienta el agua, que actúa como intercambiador de calor para el sistema de calefacción y/o agua caliente, y transporta el calor hasta el punto de consumo a través de bombas y tuberías.

Dado que la combustión más completa de las astillas sólo puede tener lugar en funcionamiento normal, y que el sistema de calefacción produce mayores pérdidas y emisiones durante las fases de precalentamiento y combustión, el agua calentada suele pasar primero por la caldera de leña.

Almacenamiento intermedio, al que se accede en la ubicación del consumidor según sea necesario. Esto garantiza un tiempo de cocción ininterrumpido suficientemente largo.

Medición, control y regulación

La tecnología de medición, control y regulación de la calefacción con pellets suele ser más compleja que la de sistemas de calefacción similares con combustibles fósiles.

Por un lado, se requiere la integración de uno o varios acumuladores de calor para regular el almacenamiento, el transporte y el posterior suministro de agua caliente y, por otro, la regulación del suministro de combustible, el suministro de aire de combustión y la combustión es más compleja.

Equipamiento de seguridad

Debido a las características especiales del combustible, las calefacciones de pellets disponen de dispositivos de seguridad distintos de los quemadores de gasóleo o gas.

Todas las calefacciones modernas de pellets de madera están equipadas con un dispositivo de protección contra el retroceso de llama que impide la recombustión en la zona de alimentación/almacenamiento de los pellets.

El control de la presión negativa en la cámara de combustión impide que entren gases tóxicos o inflamables en la sala de calderas, y algunos sistemas tienen una protección contra el sobrecalentamiento > 25 kW o un intercambiador de calor de seguridad que permite una caldera combinada, que pasa automáticamente agua caliente a través del intercambiador en caso de sobrecalentamiento.

Gama de potencias y eficiencia

Las estufas de pellets están disponibles en todos los rangos de potencia. 3,9 kW entre aprox. 4 y 20 kW. La mayoría de los sistemas actuales pueden regularse en potencia para el combustible y el aire de combustión, por lo que pueden funcionar con cargas totales y parciales. Actualmente, en modo calorífico, las calderas de pellets alcanzan rendimientos de combustión de alrededor del 85-95% en funcionamiento a plena carga (potencia calorífica nominal).

Las calderas de pellets con tecnología de condensación tienen rendimientos de caldera elevados de aprox. 106 por ciento. Aquí, además de la energía de evaporación (al menos parcialmente), se recupera la energía de condensación del vapor en los gases de escape. De este modo se consigue una temperatura de los gases de escape de sólo 30 °C – 40 °C. Como material necesario para el intercambiador de calor se utilizan materiales resistentes a la corrosión, como el acero inoxidable o el grafito. Existen medidas especiales en la chimenea, donde debe evacuarse el condensado (350 litros por tonelada de pellets).

Salvo algunas excepciones, el rendimiento disminuye cuando la caldera de pellets funciona en el rango de carga parcial. Los rendimientos de combustión aquí descritos pueden diferir considerablemente de los rendimientos reales de la instalación, por lo que el concepto de instalación desempeña un papel importante. Tiene sentido utilizar una memoria intermedia suficientemente grande.

Nivel de automatización, asistencia y mantenimiento

Las modernas instalaciones de calefacción de pellets funcionan de forma casi totalmente automática y, por tanto, sólo requieren trabajos de limpieza y mantenimiento periódicos durante unas pocas semanas (manipulación de cenizas) o unos pocos meses (limpieza de la cámara de combustión). Los trabajos rutinarios para la calefacción se limitan al llenado del depósito, la eliminación de cenizas y, en los modelos más sencillos, la limpieza del conducto de humos. La facilidad de uso comparable a la de la calefacción de gasóleo o gas es un importante objetivo de desarrollo para los fabricantes. Para las calefacciones centrales de pellets individuales, basta con un intervalo de mantenimiento al año.

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