¿Qué es una estufa de pellets?

Una estufa de pellets es una estufa que quema pellets de madera comprimida o biomasa para crear una fuente de calor para espacios residenciales e industriales.
Mediante la alimentación constante de combustible desde un recipiente de almacenamiento (tolva) a la zona del depósito de combustión, produce una llama constante que requiere poco acondicionamiento físico. Los sistemas actuales de calefacción central que funcionan con pellets de madera como fuente de energía renovable pueden alcanzar rendimientos superiores al 90%.

Para funcionar correctamente, las estufas de pellets utilizan electricidad y pueden conectarse a una toma de corriente estándar. Una estufa de pellets, al igual que un cargador automático de carbón, es un calentador constante que consume combustible, el cual se alimenta uniformemente desde una tolva rellenable a un depósito de combustión (bañera perforada de hierro fundido o acero) mediante un sistema eléctrico.

El distribuidor más utilizado es el sistema de tornillo sinfín, que consiste en una espiral metálica encerrada en un tubo. El mecanismo se sitúa por encima o ligeramente por debajo del recipiente de combustión y dirige una parte del combustible peletizado hacia arriba desde la tolva hasta que cae en el recipiente de combustión para ser quemado.

Para obtener un rendimiento limpio y económico es necesario un sistema de ventilador. Dado que el ventilador de combustión introduce aire en el fondo del recipiente de combustión y también impulsa los gases de escape hacia la chimenea, la llama resultante se concentra y es intensa en una pequeña zona del recipiente de combustión. Aunque algunas cocinas de pellets pueden estar calientes (especialmente en la ventana de visualización), la mayoría de los fabricantes utilizan una serie de intercambiadores de calor de hierro fundido o acero que recorren las zonas posterior y superior del hogar visible.

Mediante sopladores de convección, el aire ambiente circula a través de los intercambiadores de calor y se dirige al espacio habitable. Este método permite una eficiencia mucho mayor que el calor radiante de una estufa de leña o carbón alimentada manualmente y, en la mayoría de los casos, hará que la parte superior, los laterales y la parte trasera de la estufa estén calientes al tacto en el mejor de los casos. Además del aire de convección, un extractor hace circular el aire de la cámara de combustión a través de un respiradero especial fabricado específicamente para combustibles de pellets.

Este bucle de recirculación es también una parte integral del sistema de combustión, ya que las llamas concentradas y calientes pueden hacer que la cámara de combustión se sobrecaliente rápidamente. Los posibles problemas asociados al sobrecalentamiento son los fallos de los componentes eléctricos y la entrada de llamas en el tubo del sinfín que provoquen el incendio de la tolva.

Como medida de seguridad, todas las estufas de pellets están equipadas con un sensor de calor y, a veces, un sensor de vacío que permite al controlador apagarse si se detecta una condición insegura. Para el mantenimiento rutinario, se recomienda un aspirador de polvo. Son similares a los aspiradores de taller, pero están diseñados para eliminar el material de ceniza. Estas aspiradoras vienen con un kit para estufas de pellets que limpia las zonas internas de la estufa para mejorar su eficiencia.

Las estufas de pellets pueden encenderse manualmente o mediante un encendido automático. La pieza de encendido es similar a la bobina de calentamiento del encendedor electrónico de un coche. La mayoría de los modelos tienen encendido automático y siempre pueden equiparse con un termostato o mando a distancia.

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